lunes, 15 de octubre de 2012

Leones




De todos los seres vivientes que conocemos, la especie Panthera leo, o como normalmente le llamamos, El León, es una de las que más nos atrae. Aquí le proporcionamos lo que sabemos de este felino, al cual muchos llaman el Rey de la Selva.

Rey de la Selva:
Al León muy frecuentemente se le llaman el Rey de la Selva. Hay quienes dicen que es por la melena del macho. Otras personas opinan que es su comportamiento indiferente o de aparentar no importarle mucho lo que pasa a su alrededor, excepto a la hora de comer.
Hay quienes afirman que es por ser capaz de rendir a cualquier otro animal, lo cual no está muy lejos de la verdad. No sabemos si le llaman así por una de éstas u otra razón, pero sólo hay que verlo u oírlo rugir y de veras que es majestuoso. Por su puesto que no es un término estricto de descripción científica o literaria. Tal vez sería más apropiado llamarle Rey del Reino Animal o como también se le refiere, Rey de las Bestias. En fin de cuentas, sólo es una forma simbólica, o tal vez alegórica, de describir esta magnífica especie que dado el caso que se encuentre en avanzada, sea por valor o sea por frenesí, no le teme a nada.

Dimensiones: Entre los felinos el león es el más grande después del Tigre de Siberia. Los machos alcanzan los 3.3 metros de longitud, incluyendo la cola que puede medir 1 metro de largo. Logran una altura en los hombros de 1.2 metros y un peso promedio de 180 Kg. Los gigantes dentro de esta especie pueden pesar 270 Kg. Las hembras son un poco más pequeñas, aunque también son bien grandes. De longitud logran los 2.7 metros con una altura de 1.1 metros y un peso máximo de 180 Kg.
La Melena: Peculiar del león entre los felinos es la melena que les crece a los machos. La abundancia y largo del pelo de la melena varía según la localidad. En algunas regiones apenas se les distingue, mientras que en otros sitios les crece larga en toda la cabeza y hasta el cuerpo pasado las extremidades delanteras. El color de la melena por lo general es un poco más oscuro que el resto del amarillo parduzco del cuerpo, aunque puede variar desde negro hasta blanco.

Siendo la principal función del macho proteger la manada (de otros leones, leonas, hienas y otros depredadores) se estima que la melena satisfaga dos necesidades. La de aparentar ser más grande de lo que en realidad es. Recuerde que mientras más grande es un individuo, mayor es su consumo y en la naturaleza en tiempos de escasez no es fácil obtener ni siquiera lo necesario. El tamaño de los machos es muy importante ya que muchas veces las riñas terminan antes del primer acto físico si existe notable diferencia de tamaño.

La otra supuesta función de la melena es proteger al león durante las actuales peleas. Cuando ya la cosa pasa a ser física los pelos tan largos sirven de protección; o bien enredándoseles en la boca al adversario o bien no dejando ver donde es que realmente está la garganta. Recuerde que con estos animales todo puede terminar con una sola mordida aplicada en el lugar apropiado y ellos tienen tendencias sistemáticas de atacar a la garganta.

Ya que son animales de clima caliente, una vez realizada las funciones que aun tratamos de comprender, el resto del cuerpo no necesita tanto pelo. No podemos asegurar que estas sean las razones por que la naturaleza provee al león con su magnífica melena, pero tienen lógica y son las más aceptadas hasta el presente.
Hábitat: Este felino habita en prácticamente todo tipo de hábitat. Los del continente africano se ausentan del interior de las selvas tropicales, pero los asiáticos es allí donde viven. Excepto por el interior del desierto de Sahara, se les puede encontrar en gran parte de África, provisto que no hayan sido exterminados en esa región. Se le documenta desde el nivel del mar hasta los 4,200 metros de elevación.

Núcleo familiar: Viven en manadas normalmente compuestas de dos a doce hembras, aunque se han visto manadas integradas hasta por veinte hembras. En cada uno de estos grupos hay de uno a siete machos adultos. No todos los adultos viven en estos grupos familiares, muchos machos y hembras viven solitarios.

Área de acción: Cada manada mantiene un área de acción, o territorio, en el cual viven. Esta área la manada la protege de otros leones, sin embargo en ella viven otros depredadores como las hienas, los leopardos y otros. Marcan los límites del territorio con orina; el rugido de los machos también sirve como medio de anunciar su presencia.

El tamaño del territorio depende de la abundancia de alimentación. En algunos lugares apenas es de unos 20 kilómetros cuadrados mientras que en otros puede llegar a ser de hasta 400 kilómetros cuadrados. Dentro del territorio hay zonas donde sólo la manada opera; sin embargo los márgenes es posible que sean comunes entre dos manadas vecinas.

Aquellos leones que no logran integrar una manada, los que tienen que vivir solitarios, no mantienen un territorio. Estos leones, machos y hembras, tienen que conformarse con una vida nómada. Tratan de subsistir en zonas que no son apropiadas por una manada y se trasladan por los márgenes de los territorios con mucha cautela cosa de no ser detectados por algún miembro de la manada. El comportamiento de estos leones es muy errático, nunca se sabe como van a reaccionar en una situación específica.

Alimentación: La mayor parte de la alimentación consiste de mamíferos grandes; cebras, búfalos, antílopes, etc. Aunque también atrapa mamíferos pequeños, aves y reptiles cuando la oportunidad se presenta. No es un animal carroñero. Comúnmente solo come carne fresca; algo que haya matado o logre quitarle a otro depredador. No se especializa (en realidad no indica tener interés particular) en buscar animales en desventaja como viejos, enfermos o recién nacidos a no ser que el propio león se encuentre en desventaja. Por supuesto, cuando el hambre aprieta o la suerte ayuda, cualquier cosa puede suceder.

Cacería: Los leones son más activos durante la noche; es durante estas horas que la mayor parte de las cacerías suceden. Durante las horas de luz también efectúan algunas persecuciones (siempre y cuando la ocasión lo permita), estas son las que usualmente se logran documentar. Pero el mundo nocturno en las praderas africanas es sumamente activo.

Los sentidos mayormente empleados en la cacería son la vista con ayuda del oído. No aparenta depender del olfato ya que ataca tanto a favor como en contra del viento, error que no cometería un canino y por el cual el león paga un precio. Los estudios que se han hecho indican que en general las leonas (son las que cazan la mayor parte de las veces) logran su acometido cada uno de cuatro intentos; un 25%.

Aquellos que viven en manadas cazan en grupos, una o dos hembras se acercan escondidas a la presa mientras que las otras leonas esperan pacientemente ocultas en lugares estratégicos formando un perímetro alrededor del animal que designen acechar. Una vez que las hembras que van a iniciar la persecución están cerca de la propuesta presa, se lanzan sobre ella. Muchas veces ahí termina la operación. Pero si la víctima logra escapar, aquellas que esperan ocultas integran la cacería frescas saliéndole al paso al animal que huye.

Los machos usualmente esperan a que las leonas ya hayan terminado el trabajo para presentarse en el lugar de los hechos y ser los primeros en comer. El orden de comer es basado en quien es más fuerte. Ya sabemos que los machos son los primeros, después comen las leonas adultas y si sobra algo, entonces los cachorros logran sobrevivir. Muchos jóvenes, antes de los dos años de edad, mueren de hambre.

Cuando en vez de un grupo de leonas es una pareja solitaria, el león sí toma parte en la acción. Entonces la leona, aunque le ponga todo su cuerpo y alma a sus intentos y corra a toda su velocidad, llega cuando ya el león ha degollado o asfixiado la presa. Porque cuando el hambre aprieta, las leonas son temibles, pero los leones son terribles.

Leones comedores de hombres: Los leones son capaces de matar personas. Algunos adoptan estos hábitos en tiempos de escasez, o cuando son viejos o están enfermos, o cuando las personas invaden el territorio. Una vez que un león, o cualquier otro carnívoro grande, establecen esta costumbre, usualmente con su primer logro, se convierte en una verdadera amenaza porque sólo trata de comer personas. Los seres humanos somos muy lentos (en la persecución, los leones logran alcanzar una velocidad de 58 kilómetros por hora) y nuestra fortaleza no se compara con la de estos animales. Por tanto somos presa bien fácil de atrapar.
Enemigos naturales: Las hienas atacan a aquellos leones que caen heridos, enfermos o viejos. También tratan de atacar a las hembras y los cachorros. Cuando es una hembra sola en contra de una manada de hienas, por lo general la leona pierde. Con el león saludable la historia es diferente, perdiendo la vida una o varias de las hienas que no huyan. También es constante el robo de comida entre las hienas y los leones. En algunos lugares las hienas son una molestia permanente. En otras partes los leones se dedican a robarle la comida usando su fuerza como ventaja y evitándose ellos el tener que cazar. Usualmente el león no se come a la hiena. Si se diera el caso que tenga que matarla sería más bien por protección a las hembras y cachorros. Pero la hiena sí se come a los leones cada vez que logra matar uno o encuentra el cadáver de uno.

Los búfalos también son enemigos mortales de los leones. Cuando sus números les favorecen proceden sobre la manada de leones, terminando los cachorros jóvenes pisoteados. Muy interesante de los búfalos es que acuden en ayuda de los de su propia especie cuando un individuo es atacado por los leones. Claro, cuando un búfalo se encuentra sólo y medio entretenido, son las leonas las que acaban con él.

Claro, siempre hay algún león descabezado que se le ocurre agredir a un elefante, sin pensar que el gigante de una patada le puede fracturar las costillas. O aquel que se cree que los rinocerontes son de temperamento dócil. Los colmillos, que son peores que navajas, de los cerdos salvajes le pueden abrir el vientre a un león, o cualquier otros depredador, como nosotros cortar una hoja de papel con una tijera afilada. Aun el cuerno de un antílope puede infligir una herida que le cause al agresor una seria desventaja. Recuerde que en el ámbito que estas fieras se desenvuelven, donde no existe perdón ni tregua ni de día ni de noche, un arañazo en una pata que no le permita emplearla en toda su fortaleza puede ser mortal. Pero eso no califica a estos animales como enemigos ya que son reacciones a la agresión del propio león.
IMAGENES CC de Gonmi

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